domingo, 3 de febrero de 2008

ACV ACCIDENTE CEREBROVASCULAR

ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR: ACV
DEFINICIÓN:
El Accidente Cerebro Vascular (ACV) es una enfermedad vascular que afecta a las arterias del cerebro o que llegan al cerebro. Por diversas causas las células del cerebro quedan sin oxígeno y pierden su función, apareciendo cuadros de parálisis de medio cuerpo, trastornos del habla, etc .
CAUSAS
Los ACV se dividen en dos grandes grupos:
Isquémicos: (por falta de sangre) se produce una obstrucción del paso de sangre al cerebro. En la mayor parte de los casos la obstrucción está producida por la presencia de placas de ateroma, lo que llamamos (arteriosclerosis) ¹ En otros casos se debe a la llegada de un trombo desde otras zonas del organismo, generalmente desde el corazón (embolia).
Hemorrágicos: puede ocurrir cuando pequeños vasos del cerebro se debilitan y se rompen. Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que hacen que esto sea más probable. El flujo de sangre después de la ruptura del vaso sanguíneo daña las células cerebrales.

Factores de Riesgo del ACV
El hecho de tener presión arterial alta es la razón número uno por la cual una persona podría padecer un ACV.
El riesgo para padecer esta afección también se incrementa con la edad, raza, antecedentes familiares de la enfermedad, consumo de tabaco, diabetes, colesterol alto, cardiopatía, obesidad, estrés etc.
Ciertos medicamentos incrementan las posibilidades de formación de coágulos y, por lo tanto, las posibilidades de un ACV. Las píldoras anticonceptivas también pueden causar coágulos sanguíneos, especialmente en mujeres que fuman y tienen más de 35 años.
Los hombres tienen más accidentes cerebrovasculares que las mujeres, pero estas últimas tienen riesgo de presentar un ACV durante el embarazo y en las semanas inmediatamente posteriores al parto.
Síntomas:
Los síntomas del ACV dependen de qué parte del cerebro esté lesionada. En algunos casos, es posible que las personas ni siquiera se den cuenta de que sufrieron un ACV.
Generalmente, el desarrollo es SÚBITO, uno o más de los siguientes síntomas es indicio de un ACV.
Debilidad o parálisis de un brazo, una pierna, o un lado de la cara o cualquier parte del cuerpo.
Entumecimiento, hormigueo o disminución de la sensibilidad.
Cambios en la visión, especialmente en un solo ojo.
Lenguaje mal articulado, incapacidad para hablar o entender el lenguaje, dificultades para escribir o leer.
Dificultad para deglutir o babeo.
Pérdida de la memoria.
Vértigo (sensación anormal de movimiento).
Pérdida del equilibrio o la coordinación, caídas inexplicables.
Cambios en la personalidad.
Cambios en el estado anímico (
depresión, apatía).
Somnolencia, letargo o pérdida del conocimiento.
Movimientos incontrolables de los ojos o párpados caídos.
Dolores de cabeza severos sin motivos aparentes.
Si se presenta uno o más de estos síntomas y su duración es menor a 24 horas, se puede tratar de un
accidente isquémico transitorio (AIT), el cual es una pérdida temporal de la función cerebral y un signo de advertencia de un posible ACV futuro.
A veces cuando una persona no ha tenido aviso, es porque el ACV es el resultado de una embolia
(5 a 10% o más de todos los ACV ocurren como resultado de una embolia). A veces cuando una persona no ha tenido una advertencia es porque el ACV es resultado de una hemorragia (alrededor del 10% de los ACV es resultado de una hemorragia).
El hecho de que alguien sufra un ACV sin señal alguna (asintomático) testifica la importancia de conocer los factores de riesgo asociados a los ACV a fin de minimizar las posibilidades de sufrirlo.

Diferencias según el lado afectodo en el ACV

El signo más visible de un ACV es la parálisis de un lado del cuerpo, que se la conoce como hemipléjia. La ubicación de la lesión en el cerebro determina que lado del cuerpo es el afectado. Si la lesión es en el hemisferio derecho del cerebro, la parte izquierda del cuerpo es la afectada. Si la lesión es en el hemisferio izquierdo, la parte derecha del cuerpo es la afectada por el ACV.

ACV en el lado derecho, hemiplejia izquierda:
El paciente con un ACV que involucra el hemisferio derecho puede tener dificultades con la percepción espacial. Esto se refiere a la capacidad del paciente para juzgar la distancia, el tamaño, y la ubicación. Generalmente estos pacientes muestran conductas impulsivas.

ACV en el lado izquierdo, hemiplejia derecha:
El paciente con un ACV que involucra el hemisferio izquierdo generalmente tiene afasia (problema que involucra el habla y lenguaje). El paciente puede presentar problemas para hablar, lo que es conocido como afasia expresiva y puede tener dificultad para entender lo que se habla, lo que se conoce como afasia receptiva. Algunos pacientes tienen problemas tanto para hablar como para entender. Esto es conocido como afasia global.
Motrizmente, el paciente con un ACV en el hemisferio izquierdo es más lento y cauteloso.
Otros déficits físicos o cognitivos
Otros déficits físicos o cognitivos que pueden llegar a presentarse dependiendo de la ubicación del ACV son: déficits en la memoria, dificultades en la deglución, y falta de atención.

Características de la hemiplejia del lado izquierdo:

El signo más visible del daño es la parálisis o el debilitamiento del lado izquierdo del cuerpo. Otras características comunes en personas con parálisis en el lado izquierdo son las siguientes:
Rara vez tienen problemas para hablar, pero pueden sufrir languidecimiento facial y pueden padecer problemas para tragar comida por la incapacidad de sentir la parte izquierda de la cara
Pueden tener una pérdida profunda de la percepción espacio-temporal, la capacidad de juzgar distancias, posiciones, formas etc.
No son capaces de pasar con una silla de ruedas a través de una puerta porque no pueden calcular el marco.
Pueden confundir el derecho y revés de su ropa, la derecha de la izquierda o no darse cuenta cuan lejos se encuentra un objeto.
No son capaces de leer el diario o agregar una columna de números porque pierden su ubicación en el papel.
Pueden tener severos problemas de equilibrio tanto al pararse como al sentarse a raíz de la pérdida de percepción vertical; pueden sentir que están parados derechos cuando en realidad están inclinados en 45 grados hacia el lado izquierdo. Cuando este esto sucede y son asistidos para mantenerse erguidos, tienden a asustarse porque sienten que están siendo obligados.
Pueden llegar a no reconocer sus propios brazos o piernas como partes de su cuerpo; pueden llegar a ver sus propios brazos y piernas cuando están recostados en la cama y enojarse por pensar que alguien se encuentra junto a ellos.
Pueden ignorar a alguien que les este hablando desde su lado afectado.
Si las camas que utilizan las personas con parálisis del lado izquierdo esta mirando hacia una ventana, el resto de la habitación deja de existir para ellos. En la noche, sin panorama que observar, estos pacientes quedan completamente aislados. El lado no afectado del individuo debe estar orientado de tal forma que él pueda responder a las actividades que se desarrollen en la habitación. Es útil colocar la parte no afectada mirando la actividad para lograr una mejor atención. Es importante no dejar a estos pacientes aislados.
Las personas con parálisis en el lado izquierdo pueden ser únicamente capaces de comer solo lo que hay a un lado del plato. Si se da vuelta el plato comerán la otra mitad.
Pueden fácilmente perderse o confundirse cuando están viajando.
Si recorren un pasillo ida y vuelta pensaran que transitaron por dos diferentes pasillos. Los ayudara dejar marcas a ambos lados del pasillo y que se les recuerde constantemente hacia adonde van.
Cuando la afección es persistente y afecta habilidades, el paciente se familiarizara mejor con un ambiente modificado para compensar sus déficits.
Los muebles y objetos personales deberán colocarse en el lado no afectado.
Su ubicación en la mesa a la hora de almorzar o cenar deberá ser de tal forma que reciba los alimentos del lado no afectado. También los invitados deberán ubicarse en ese lado.

Personas con parálisis del lado izquierdo pueden tener:

Perdida del campo visual izquierdo.
Problemas motores, Problemas para juzgar acertadamente el nivel de sus habilidades y tendencia a sobreestimarlas.
Impulsos y movimientos rápidos en contraste con personas con parálisis en el lado derecho que son lentas y cautelosas.
Dificultad para entender señales visuales que reciben del entorno.
Problemas para el aprendizaje de nuevas cosas.


Características de la hemiplejia del lado derecho:

Las personas con parálisis en el lado derecho generalmente tienen dificultades con el habla y el lenguaje. Esto se conoce como afasia. La afasia puede estar relacionada con su incapacidad para hablar o escribir (afasia expresiva) o la incapacidad para entender lo que se dice (afasia receptiva). Mucha gente con afasia rápidamente desarrolla sus propios medios de comunicación sin usar el habla.
Otras características comunes son:
Disfagia: dificultad para tragar.
Tendencia a guardar la comida en una sola mejilla
Algunos pacientes pueden tener capacidad de hablar o entender pero no leer, escribir o hacer cuentas.
Pérdida del campo visual derecho.
Problemas de equilibrio al pararse y sentarse.
Tendencia a ser lento, cauteloso, y desorganizado al enfrentar problemas que no resultan familiares.
Juzgamiento correcto del nivel de habilidades.
Dificultades de la memoria que están relacionadas con problemas para retener lenguaje y mantener la atención en lapsos cortos.
Marcada dificultad con aprendizaje de nuevas cosas.
Preferencia a realizar las cosas del mismo modo.
Incapacidad para generalizar información para resolver un problema.

Problemas generales asociados a los ACV

Los problemas asociados con los ACV dependen del lado del cerebro donde se haya producido la lesión. Los problemas que se señalan a continuación pueden ocurrir como consecuencia de un ACV en cualquiera de los lados del cerebro:

Control de calidad/ Juzgamiento social:

Un problema que tiene la gente que ha sufrido ACV es la falta de control de la calidad, o la capacidad para guiar o chequear su propia conducta. Esto es llamado a veces juzgamiento social, o la capacidad de responder apropiadamente.
El problema de control de calidad es identificado por familiares o amigos cercanos. Ven cambios en el comportamiento que no son detectados por personas ajenas al entorno. La persona puede comenzar a decir cosas fuera de lugar e incomodar a la familia y a los amigos. Su accionar puede ser inconsciente, con errores un día pero no el otro en patrones cotidianos. La persona cautelosa, prudente, se puede convertir en un gastador compulsivo.

La persona agresiva o comunicativa se puede transformar en una persona tímida y con falta de comunicación.

Memoria:


Se pueden esperar algunos problemas en la memoria en personas que han sufrido un ACV. Cuando se trabaja con deficiencias en la memoria, las personas que cuidan al paciente diariamente pueden colaborar de la siguiente forma:

Estableciendo una rutina fija en cualquier momento posible.
Dándole mensajes cortos para que logre una mayor retención.
Presentándole nueva información paso a paso.
Utilizando ayuda memoria como agendas, escribiendo notas etc.
Utilizando objetos familiares y asociaciones antiguas para enseñar nuevos patrones.

Incontinencia:

El control del intestino y la vejiga es una función del sistema nervioso automático. Normalmente un ACV cortical que afecta solo un hemisferio deja a la persona sin la capacidad de controlar esfinteres. Sin embargo, déficits en la memoria pueden interferir con la incontinencia. Personas que han tenido ACV pueden darse cuenta cuando tienen que orinar o defecar, pero a veces lo hacen un segundo tarde y así ser incontinentes. Pueden llegar a tener problemas o perder capacidad para comunicar su necesidad de ayuda para ir al baño. También pueden tener problemas o perder capacidad para llegar al baño.

Pérdida de control emocional:

Las personas que han tenido un ACV pueden mostrar una pérdida parcial del control emocional. Pueden pasar de la carcajada al llanto sin ninguna razón aparente. A veces las personas que han tenido un ACV lloran porque están deprimidas. El llanto excesivo o impredecible es el resultado del daño sufrido en el cerebro, y no está directamente conectado con la pérdida de percepción.
Esta pérdida de control emocional a causa de un daño orgánico en el cerebro es conocida como labilidad emocional. Está caracterizada por la pequeña relación entre el comienzo de la expresión emocional y lo que está sucediendo alrededor de la persona. Las personas que dejan de llorar cuando su cuidador dice su nombre probablemente sufra labilidad orgánica emocional en lugar de depresión. El llanto causado por la depresión no es fácil de interrumpir.
De igual manera, las personas que se ríen no necesariamente están contentas, ni tampoco las personas hostiles pueden estar enojadas. Los pacientes que se han comportado extremadamente hostiles se sorprenden que hayan sido vistos hostiles hacia otras personas. En las personas que han sufrido un ACV los sentimientos y expresiones emocionales no siempre están relacionadas a una causa y un efecto.

Pérdida sensorial:

Problemas de pérdidas sensoriales son a veces vistos en personas que han sufrido un ACV. La pérdida sensorial ocurre cuando las señales del exterior no se pueden percibir. Algunos pacientes pueden llegar a sufrir alucinaciones, confusión, irritabilidad, y psicosis. Pueden haber sufrido disminución en la visión; disminución en el tacto; presión y posición; y dolor en el lado afectado del cuerpo. Pueden perder la capacidad de interpretar alguno de los estímulos recibidos y pueden confinarse en la cama. Además pueden estar físicamente debilitados y experimentar fatiga extrema.
La noche generalmente es lo más difícil para estas personas sensibles a los efectos de la pérdida sensorial. Durante el día hay cierto movimiento y trajín. Las personas están alrededor haciendo cosas, ruidos, moviéndose, etc. A la noche, el ambiente sensorial se puede convertir en una pantalla vacía. Puede no escuchar, ni ver nada y estar aislado en la cama. Algunas personas responden a esto confundiéndose, irritándose y descansando mal. Estarán más cómodas cuando su ambiente sensorial se encuentre iluminado, con música suave etc.
Cada persona necesita ser observada y evaluada individualmente. Es importante reconocer que el ambiente y la privación sensorial juegan un importante rol en la conducta.

Rehabilitación:

Recuperarse de un ACV depende de una serie de factores, incluido el lado del cerebro en donde ha ocurrido y cuan afectado se encuentra. Un ACV no afectara todas las partes del cerebro de la misma manera, ni tampoco los aspectos físicos y cognitivos (pensamiento/razonamiento). Algunas áreas del cerebro funcionaran normalmente, mientras que otras no. Cuanto mayor sea el área del cerebro afectada, mayor serán los déficits que sufra la persona luego del ACV.
El grado de recuperación es mayor en los primeros tres meses, luego tiende a disminuir. Algunos pacientes se recuperan completamente dos años después de haber sufrido el ACV.

Programas de rehabilitación integral:

Un programa de rehabilitación integral que focalice lo físico, psicológico y social es el más eficiente a la hora de ayudar a que una persona logre la mayor independencia posible después de haber sufrido un ACV. Los miembros de los equipos de rehabilitación que trabajan con el paciente y la familia diseñan un programa integral para asistir al paciente en la recuperación y a la adaptación de los efectos del ACV. El objetivo del programa es que el paciente desarrolle su máximo potencial en todas las áreas.

El rol de la familia:

La familia es el sustento más importante en el largo proceso de rehabilitación. Únicamente los miembros de la familia le pueden demostrar al paciente que es querido, necesitado y todavía importante para ellos.
Algunos miembros de la familia también deben responsabilizarse del cuidado. Una buena forma de que los miembros de la familia cuiden adecuadamente del paciente es practicando durante la internación en el hospital.
Las enfermeras y los fisioterapeutas pueden observarlos para asegurarse que
están actuando de la forma más adecuada.

Tipos de Terapia

Terapia Física:

En la terapia física, los fisioterapeutas evalúan a cada paciente que ha sufrido un ACV desde la admisión a fin de determinar su capacidad para realizar determinadas actividades, como pararse, sentarse, manejar una silla de ruedas y caminar.
Asimismo la evaluación determina su capacidad motriz y neurológica. El objetivo de la terapia física es:
Definir problemas.
Desarrollar un programa de tratamiento.
Plantear objetivos.

Los programas de tratamiento son hechos para cada paciente en particular de acuerdo a las necesidades propias del mismo. Los programas pueden consistir en:
Actividades en colchonetas, que enseñan a corregir patrones de movimiento, disminuyen la rigidez y mejoran la postura y equilibrio.
Secuencia de desarrollo, que es una progresión de actividades donde se hace énfasis en la corrección de postura, equilibrio y coordinación. Es importante que los pacientes comiencen a controlar estas actividades antes de intentar pararse o caminar.
Terapia en piscina, usada generalmente como terapia auxiliar para reducir el dolor y la rigidez y para mejorar el equilibrio, coordinación y fuerza.
Ejercicios de fortalecimiento, donde se utilizan diferentes aparatos para hacer fuerza y lograr resistencia, fortaleciendo los músculos.
Manejo de silla de ruedas, a fin de educar al paciente en los movimientos de pasar de la cama a la silla de ruedas, entrar al automóvil, ir al baño, etc.
Caminar, es generalmente el mayor objetivo del paciente que ha sufrido un ACV. Los fisioterapeutas determinan cuando un paciente ha adquirido la suficiente fortaleza, control muscular y equilibrio para empezar a caminar.
Equipamiento adaptativo, que ayuda al paciente a realizar los movimientos.
Es importante que la familia del paciente participe en la rehabilitación. Se aconseja a la familia concurrir a las sesiones programadas para que se informe acerca del plan de tratamiento y las técnicas utilizadas para movilizarse desde y hacia la silla de ruedas.

Terapia ocupacional:

La terapia ocupacional se refiere a actividades que ocupen el tiempo del paciente todos los días, tales como bañarse, vestirse, y alimentarse. A estas actividades las llamamos actividades de la vida diaria.
Los terapeutas ocupacionales también trabajan lo relacionado con labores del hogar, preparación de comidas, manejo de dinero y hobbies.
Evalúan y tratan las funciones relacionadas con las actividades de la vida diaria, el trabajo y el esparcimiento. Esto incluye lo siguiente:
Sensorio-motriz: La utilización de músculos, incluidos brazos y manos.
Percepción: la manera de percibir el medio ambiente a través de los sentidos (vista, tacto, olor, oído, y sabor)
Cognición: la manera de pensar, recordar cosas y solucionar problemas.


Fonoaudiología:

Desde la terapia de rehabilitación con fonoaudiologia se prevee evaluación y tratamiento para pacientes que experimentan dificultades de comunicación luego de un ACV. La comunicación requiere la capacidad de entender lo que se dice y de poder hablar en forma clara y con significado. Asimismo provee evaluación y tratamiento cuando existen dificultades en la deglución.
La disfunción del lenguaje no necesariamente significa una discapacidad intelectual, a pesar de que sí puede existir. El hecho de que los pacientes sean capaces de comprender lo que pasa en el entorno aumenta la frustración cuando no son capaces de comunicarse.
La pérdida de comunicación tanto al recibir como al tratar de trasmitir esta directamente relacionada con el daño sufrido en ciertas porciones del cerebro que controlan las habilidades del lenguaje, escritura, comprensión, y el cálculo de números.
Cuando existen problemas en el lenguaje, es importante minimizar la frustración. Es importante tanto para el paciente como para la familia aprender nuevas formas de comunicación.


Psicología:

Los psicólogos especializados en rehabilitación de pacientes que han sufrido ACV son expertos en evaluaciones de daños en los lados derecho e izquierdo del cerebro y en el tratamiento de las disfunciones cognitivas y perceptivas ocurridas como resultado del ACV.
La extensión de la evaluación intelectual en los pacientes depende de una serie de factores. Por ejemplo, un paciente que ha sufrido un ACV y que intenta volver al trabajo puede tener una evolución más prolongada que alguien que ya se ha retirado.
Además de la evaluación y tratamiento del daño en el cerebro que ocurre en un ACV los psicólogos trabajan sobre los efectos emocionales de la discapacidad en el paciente y en la familia, tratando de lograr una transición suave desde el hospital al hogar.
A veces los más dramáticos cambios emocionales ocurren cuando el paciente ha abandonado el hospital.

Servicios Médicos:

El Médico Fisiatra es el responsable de supervisar y coordinar los servicios de rehabilitación que reciben los pacientes.
Algunos centros de rehabilitación proveen un medico adicional que supervisa las necesidades medicas en general.

Recreación Terapéutica:

La recreación terapéutica hace énfasis en la importancia de las actividades recreacionales y de esparcimiento. Estas actividades van más allá de lograr diversión. Los pacientes son estimulados a utilizar las habilidades adquiridas en las terapias físicas y ocupacionales. También ayuda a que el paciente comience a socializar nuevamente. En algunos centros de rehabilitación los especialistas en recreación terapéutica organizan las actividades comunitarias. Estas actividades ayudan al paciente a dar el primer paso en la transición desde el hospital hacia su casa, y hacia el reencuentro con sus amigos, etc.

¹ Arterioesclerosis: es como un envejecimiento de las arterias que se vuelven rígidas, en un proceso progresivo que consiste en la acumulación de colesterol, calcio y otras grasas en la pared de las arterias. En ciertas zonas de las arterias el estrechamiento puntual es más intenso, llegando a tapar casi por completo el paso de sangre al cerebro.


sábado, 26 de enero de 2008

GERENCIAMIENTO FAMILIAR

EN QUE CONSISTE EL SERVICIO:

AYUDAR ha diseñado un modelo de avanzada, que permite detectar las necesidades reales de cada paciente y su familia, integrando los aspectos médicos, familiares y sociales.

La metodología consiste en evaluar cada situación en particular y ofrecer alternativas acordes con las condiciones del enfermo y de su familia, analizando y seleccionando cuál es la opción que mejor se adapta.

Se trabaja con un enfoque multidisciplinario que permite a la familia poder confiar en Ayudar todas aquellas tareas médicas, técnicas y operativas, como también resolver cada una de las situaciones problemáticas que vayan surgiendo. Este tipo de encuadre logra que los miembros de la familia puedan sentirse respaldados y contenidos por Ayudar, consiguiendo así estar cerca de su ser querido desde lo afectivo, evitando que los avatares de la enfermedad les resulte una carga.

La diferencia clave es que AYUDAR realiza un seguimiento y evolución del tratamiento junto con el personal asignado. Siempre se analizan con la familia los avances del paciente y se establecen los nuevos objetivos y/o ajustes necesarios.


Nora E. Kollmann
Directora Ejecutiva

Tel./fax: 4-903-5775

Cel.: 15-6-908-8373

viernes, 25 de enero de 2008

Quienes somos


Ayudar nace a partir de la experiencia familiar de su fundadora y el trabajo de más de 30 años con adultos mayores, aliviando los síntomas y mejorando la calidad de vida del paciente y su entorno.

A partir de las necesidades de los pacientes, Ayudar fue incorporando la EXPERIENCIA y la FLEXIBILIDAD de su equipo multidisciplinario, porque para Ayudar las soluciones prearmadas no existen, cada paciente es una situación especial.

Cuidar al paciente como un ser bio-psico-social y contener a su familia, es el objetivo de Ayudar, evitando así el agotamiento que producen las enfermedades crónicas.

Enfermedades como el Alzheimer y otras demencias conllevan connotaciones críticas donde la familia tiene la sensación de “fin del mundo”: Ayudar cuenta con un equipo especializado en el tratamiento de estas patologías.

El valor diferencial de Ayudar es ayudarlo a resolver en forma efectiva e integral, cada uno de los problemas que acarrea la enfermedad o discapacidad de un ser querido, con afecto, contención y profesionalismo.

La metodología de Ayudar consiste en evaluar cada situación en forma dinámica y solvente para ofrecer alternativas acordes con las condiciones del enfermo y de los miembros de su familia, para poder analizar y seleccionar cuál es la opción que mejor se adapta.

El servicio de Ayudar incluye también el entorno y la vivienda, creando una solución a la medida de cada necesidad.

La implementación y coordinación integral están a cargo de su Directora, responsable además de la supervisión del tratamiento y los ajustes pertinentes, (reemplazo de personal, cambio en una rutina y/o cualquier nueva idea para satisfacer mejor a las necesidades del paciente y su familia).

Ayudar interactúa con solvencia y profesionalismo con el y/o los médicos que asisten al paciente, creando un puente de comunicación entre ellos y la familia, aplicando un modelo de trabajo de desarrollo propio que ha sido creado en base a la experiencia de trabajo hasta el presente.


martes, 22 de enero de 2008

SERVICIOS que ofrecemos

AYUDAR cuenta con un servicio de evaluación integral, que comprende al paciente, la familia y su vivienda. Creando una solución a la medida de sus necesidades:
AYUDAR cuenta con personal ESPECIALMENTE CAPACITADO y MATRICULADO en los siguientes servicios:

Servicio de ACOMPAÑANTE:Asistencia del paciente en su domicilio, o internado, Tanto de día como de noche, en sus comidas, salidas, o recreación.

Servicio de ATENCIÓN y CUIDADOS:Levantarlo y/o acostarlo.Higiene en cama o baño.

Servicio de ENFERMERIA:Curación de heridas. Administración de medicamentos. Movilización y cambios posturales.

Servicios ESPECIALES:Equipo especializado en el tratamiento de demencias como el Alzheimer.
Asistencia Psicológica. Kinesiología. Terapia ocupacional y Física.

Servicio de GERENCIAMIENTO FAMILIAR: para asistir en la identificación de las necesidades del paciente y de tu entorno y la resolución de situaciones y tareas tales como: contratación de personal, organización general de horarios, trámites, vacaciones, impacto de la enfermedad en el grupo familiar, convivencia entre otras.

Servicios MÉDICOS: Evaluación Geriátrica Integral y Médicos especialistas.

Equipo técnico para ADAPTACIÓN de AMBIENTES

AYUDAR le ofrece además, la posibilidad de hacer el seguimiento y la evolución del tratamiento y del personal asignado. De esta forma se realiza una evaluación de consenso con la familia sobre los avances del paciente y establecer los nuevos objetivos y ajustes necesarios.

lunes, 21 de enero de 2008

ALZHEIMER: el PACIENTE y su FAMILIA

  • Cómo ayudar al paciente y su familia a afrontar esta enfermedad? Cómo asociar la ayuda profesional con la ayuda del entorno familiar?
  • Qué hacer para aceptar la enfermedad y generar menos conflictos?
El diagnóstico de enfermedad de Alzheimer o trastornos relacionados quebranta la vida de la persona y la de su familia. Todos los esfuerzos parecen insuficientes, tanto para ayudar a los familiares a comprender la sintomatología, como para emprender un trabajo sobre la relación entre la persona afectada y su entorno, lo que reviste una importancia fundamental en la afección.

Las familias tienen que enfrentar un proceso que nunca hubieran podido imaginar, en el que concurren numerosos problemas, capaces de causar conflictos, que a su vez pueden originar una agravación de la situación.

AYUDAR ha diseñado un modelo de trabajo en el que participan todos los actores: Neurólogos, Psiquiátras, Psicogerontólogos, Acompañantes Terapéuticos, Cuidadores Profesionales, además de la familia, lo cual permite articular lo mejor de cada uno de ellos, trabajar en forma sinérgica, y evitar la aparición de compartimentos estancos, retrasando así el deterioro natural que origina la enfermedad.

Este modelo converge para resolver conflictos y transitar la enfermedad con recursos que mejoran la calidad de vida del paciente y su familia, ayudando en cada una de las situaciones que se van presentando a medida que avanza la enfermedad.